SENDERO DE SUICIDAS

Teatro en MÉXICO 

De nuevo disfrutando los manjares que nos brinda en la Ciudad de México, la Compañía Nacional de Teatro. Ha sido una delicia durante los 47 años que tiene de fundada, han pasado por ella los mejores actores de este país, muchos de ellos ya están en otro plano, sin embargo dejaron una huella que por nada se podrá borrar. 

Y ahora, son nuevas generaciones, nuevas caras y el gran ímpetu que todo ser que nace para proyectar emociones y talento, puede ofrecer arriba del escenario. 

En esta ocasión es una obra basada en el libro de Rubén Rivera, Sendero de Suicidas. Este autor ganó el premio de poesía de Aguascalientes en 2021 de entre 300 escritos presentados.

El tema es realmente escabroso, aunque llama la atención la inmensa capacidad de la gente sensible de poetizar, de sublimar incluso un acto tan contundente como la decisión de quitarse la vida. 

Rivera elige 49 autores, poetas de diferentes nacionalidades, que tomaron esta decisión,  cada uno de ellos de diferente manera. Es de destacar que carcome por dentro el sentir la profunda sensibilidad de un artista. Son seres que transpiran esto que menciono por los poros de la piel de una manera brutal, de modo tal que es difícil que puedan "encajar" en un mundo de "prácticos", de necesidades mundanas a veces superfluas y carentes de sentido.

Y en este intento de sublimación supremo de este acto tan radical, para unos muestra de valentía y para otras lo contrario, se llega a mencionar que "quien ama tanto la vida, ama la muerte como parte de ella misma".  Palabras más, palabras menos, esta es la idea.

La realidad es que en términos reales, fuera de todo lo relacionado con lo artístico, el suicidio es un problema a nivel mundial que año con año cobra víctimas que en un acto desesperado toman la decisión de terminar con todo. No se puede dejar de lado la cuestión "salud", recordemos que Sylvia Plath padecía trastorno bipolar. Y así debe haber una "cuestión" especial en cada uno de los casos, pero enfatizo el asunto de la brutal sensibilidad de quienes teniendo una cualidad, un don, una capacidad especial de digerir (o NO poder hacerlo) el entorno, lo interno no puede confabular con todo un mundo que desde la parte más honda del ser, reclama lo que este mundo no puede satisfacer. 

Rubén Rivera pone su propia poesía evocando cada alma enmarañada de los 49 autores que elige en su profunda investigación, confirmando así su empatía y absoluta comprensión de estas almas que, como él menciona, fueron capaces, y ¡Cómo! De tomar la decisión de quitarse la vida cuando la alabaron tanto en sus poemas, cuando escribieron lo mismo al Sol que a cualquier aspecto de la naturaleza. 

Y así aparecen Alfonsina Storni,(suiza),  Vladimir Maiakovski (ruso), Sylvia Plath (estadounidense), Jorge Cuesta y Manuel Acuña (mexicanos), Jaime Torres Bodet (también mexicano), Gérard de Nerval (francés), Cesare Pavese (italiano), José Agustín Goytisolo (español), Alejandra Pizarnik (argentina). 

"Desde hace tiempo  vivo mi último minuto"...

"El amor, ese precioso líquido que cuando se derrama te deja vacío"

*Morir es un arte, lo hago tan bien que creo que es mi obra maestra"

Y la frase final que cada uno de los actores sale a pronunciar, cada uno en el tono propio que lo identifica (diferentes todos entre sí) y que se clava en el ser, es:

"Tengo la habilidad de convertirme en cualquier cosa, menos en lo que quise ser"

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Poetas, queridos, y queridos seres humanos que tanto nos regalaron, LAMENTO profundamente su ausencia y el vehículo que eligieron para partir. Me duele su dolor. Me angustia su agonía, terrible agonía que era lo que tenían en esta tierra como para desear despedirse de ella de esta forma. Hay quien dice que quien se quita la vida no sabe lo que hace, y hay quien contrapone que "nadie es más dueño de sus actos como en esos momentos".

Como sea, los evoco con mucho cariño. A los que no conocía, (son tantos!) pasaré a hacerlo. 

Nos veremos algún día. Ahora sé, lo sé, están en PAZ.