Maty Marín H. *VIVIENDO*

  No te extraño, no, claro que no. Soy yo la que se encuentra en esas auroras dándolo todo, soñando con todo y viendo unicornios azules por todos los costados.  Soy yo la que está presente en esas evocaciones y suspira, y siente,   como sabe hacerlo. La que acaricia esas cortinas de humo traviesas y movedizas, la que respira a través de ella misma por lo que sigue siendo. Claro que no te extraño, claro que no. Es verdad. Yo, soy la misma. Perpetuando mi esencia, moriré sonriendo.

  La vida es un instante, está hecha sólo de momentos. Construimos recuerdos. Las relaciones de todo tipo: familiares, sentimentales (parejas), amistades, todas sin exclusión están sometidas a riesgo, de igual manera que una estructura de esas en las cuales solemos vivir:  los cimientos, los peldaños, el esfuerzo que conlleva. Ocurre que no se les suele dar  importancia a cosas cotidianas, en verdad que no se acostumbra, y es donde radica el fundamento de todo lo que es nuestro existir. Hay quien aún cree (muchos) en familias que,  por serlo, están destinadas a cosas que nadie desearía. Los desencuentros, se da por sentado que "pasarán, sin que nada suceda porque -es familia-. Que los lazos se mantendrán sin daño alguno". Se olvida la armonía, se da "todo por hecho" sin tomar en cuenta que el diario vivir lo conforma todo. Y además que esto (las rupturas)  no tienen fecha de caducidad o más bien, lo desconocemos. Al dar todo por hecho, se lleva una vida de monot...

  La tierra no puede más, quiere callar y apagarse. Pero Cielo y Tierra se pertenecen, se complementan. Siendo el Cielo parte de la Madre Tierra, habla en su dolor de verla maltrecha, caótica. Ella a su vez, tiene sus esperanzas puestas en recibir ayuda, calma a ese Cielo que le pertenece, grita por ayuda.  Hay una esperanza, hay una respuesta. Ese lenguaje podría ser insondable para algunos, pero el Cielo está respondiendo al clamor mostrando con ese lenguaje que sólo él puede utilizar un reclamo que es a la vez una súplica. El luto y el desequilibrio por lo que sucede en la Madre Tierra son el llamado más notorio, pero en algunos atisbos de claridad dice que hay una posibilidad. Que aún hay salvación, que aún puede ser. El Cielo en su magnificencia se manifiesta,  y con esos gestos tan particulares de obscuridad y fuego pide que el amor, haga el milagro. Aún hay vida y, con ella, esperanza. Dani Valencia y su sensibilidad y talento para captar imágenes, hicieron posible...

  Hay fechas que se quedan grabadas, algunas especiales, algunas intrascendentes y la memoria tiene sus razones que son un total misterio, a veces un desatino. Será por eso mi fantasía con los calendarios, arrancar a diario una hoja de un día que aparentemente se va pero que se queda por siempre. Somos un rompecabezas de nuestras memorias, de nuestras vivencias y ellas nos conforman. Hacen una amalgama de distintas texturas, sonidos, todas las tesituras. Un aroma trae todo eso a colación, lo trae a las manos y al corazón, dice que aquí se quedó y lo dice bien, lo dice y lo repite. Finalmente lo más ríspido de algunos de esos momentos se transforma de un modo que casi hasta acaricia. Así es el tiempo de mágico, así es la vida.  Otro 8 de noviembre y han pasado muchísimos años. Un día que fue un torbellino, una locura. Todo se puso gris. Bajar los escalones de a tres, la gente iba y venía como si nada más ocurriera mientras el mundo se caía.  8 de Noviembre. La gente presur...