SABOREANDO LOS TRAGOS
No todos, pero sí que muchos pensamos -un poco más de lo común- en estos días sobre todo lo que se nos ocurre, y lo que nos ocurrió, y por qué ocurrió y si seguirá o no sucediendo, y bla bla bla... Es normal, etapa de confrontaciones propias en donde a veces las interrogantes -ajenas, pero sí muy comprometidas en la vida del otro- con ojo avizor y entrometido y sobre todo "espíritu juzgador" algunas veces llegan a dar vueltas a la cabeza, cuando es lo menos que debe suceder. "Vivir la vida sin depender de la aprobación de terceros garantiza miles de momentos propios, íntimos, irrepetibles". ¡Nadie necesita la aprobación de terceros, ni sus juicios, ni opiniones (por muy bien intencionadas que puedan estar). Es cuando la gente parece estar más interesada en las vidas ajenas que en la propia. Pero bueno, cosas que se piensan más de lo común en esta época del año, o mejor, tienen un sentido nostálgico, evocador y a veces, muchas, sacan algunas lágrimas a pasear.