CAMBIOS SIEMPRE

Inevitables son, sin duda. Transforman, sorprenden y llegan a provocar sobresaltos, inquietud, dependiendo del caso tristeza, y un sinfin de cosas más. Son parte de la vida. La vida es movimiento, decían los griegos. Cuántas veces una noticia inesperada cambia todo el panorama. Cuántas veces nos damos cuenta de lo frágiles que somos, de lo vulnerables. Es absurdo e ilógico pensar que en la vida todo seguirá igual, que podremos prolongar los buenos momentos indefinidamente. Qué "todo está bien, nada pasa". Y deseamos que sea así por mucho tiempo más. No queremos ni pensar, y he ahí la cuestión: hay que prepararse. Prepararse no significa vivir en la tragedia pensando en cosas trágicas e irremediables, tampoco vivir con miedo ni ser pesimistas. No. Sólo significa saber que la vida da sorpresas que pueden llegar en cualquier momento. Que somos seres humanos vulnerables, frágiles y así es que podemos sortear mejor alguna que otra "sorpresita". Llanto, llega el llanto...