LAS CRIADAS, TEATRO, JEAN GENET

 

TEATRO EN MÉXICO 

Alan Blasco

Murias Reynoso

Iván Iduarte

Nombres de actores que deben ser valorados, reconocidos. 

Ya son muy aplaudidos. No son una "promesa", como suele decirse de la juventud con talento. Son un HOY, el AHORA. Una realidad qué admirar y disfrutar, pues el trabajo de un actor -de estos actores en específico- es un regalo para los sentidos, un deleite, nutrición para el espíritu.  No son los actores que solemos ver en televisoras. Se parten el alma en el escenario dando todo de sí, haciendo vibrar al espectador.

LAS CRIADAS, del dramaturgo francés Jean Genet, es una obra muy fuerte y con un alto grado de complejidad tanto para el actor como para el espectador.

La vi hace tan solo ... 45 años! Se dice fácil. En aquel entonces representada por los actores Juan Ferrara, Alejandro Camacho y Humberto Zurita. Pasado este tiempo, tengo la fortuna de encontrarme con esta puesta en escena bajo la dirección de Víctor Carpintero en el Círculo Teatral, Av. Veracruz 107, CDMX. Aunque no puedo recordar demasiados detalles de aquella época, sí tengo claro que me dejó honda huella, misma que me hizo ver esta nueva propuesta. Y puedo notar que tiene grandes diferencias con aquella otra, es adecuada al tiempo actual que se ha vuelto más denso, más voraz y más duro en más de un sentido. Es una obra FUERTE.

Genet se rebela, bien puede notarse. Se rebela contra la sociedad, contra costumbres recalcitrantes. Ejerce una crítica social mordaz y tajante.

En Las Criadas, así como en toda su obra el tema de la homosexualidad es central. Los actores deben representar el papel de mujeres. Su enfoque le causó severas críticas, además de ser prohibida en varios países. Sin embargo, ha sido representada muchas veces y no pierde actualidad, no pierde vigencia. 

Esta fantástica representación con estos jóvenes maravillosos, que bajo la dirección exigente y precisa de Víctor Carpinteiro logran transmitir todo el dramatismo y rabia, por así decirlo, de cuestiones sociales y/o morales que, como decimos, NO pierde vigencia; emociona al hacer  ver que HAY TEATRO, que se hace un gran teatro en México en un esfuerzo de un equipo capaz y más que preparado, sobresaliendo maravillosamente Alan Blasco, Murias Reynoso e Iván Iduarte. Cada uno de estos chicos se da por entero a interpretar su personaje y no deja indiferente a nadie. Increíble que actores tan jóvenes puedan meterse de esa manera en su papel, cada uno destacando, cada uno lanzando el grito de la verdad que Jean Genet quiso transmitir. 

Fue la última función, hubo develación de placa y posteriormente un brindis. Sin embargo, guardo la esperanza de que haya en un futuro cercano otra temporada. Se celebraron 50 representaciones, que ya es un buen número en los tiempos que estamos viviendo, el desarrollo del teatro nunca ha sido tarea fácil y hay épocas en que las dificultades son mayores. Pero el teatro con el esfuerzo que conlleva, merece temporadas más extensas. Lo merecemos todos, en realidad. 

¡QUE VIVA EL TEATRO!