PABLO, QUERIDO PABLO

 Mucho de lo que uno es, es por la música que escucha. 


Fotografía de Busca Biografías editada por Maty Marín 



Lo imaginaba, era lo que seguía. Te sabíamos enfermo hace tiempo. En las redes te deseaban SALUD, pero en el tono ese en que uno intuye la despedida. Habías cancelado conciertos porque te habían ingresado en un Hospital.


"Lo que sentí"... (así empieza una de tus canciones) es algo difícil de explicar, muy difícil. Desolación, el inevitable dolor. Sin embargo, con la convicción de muy adentro de que tú, no te puedes ir. Cambiaste de estado, solamente. De dimensión. Es verdad, una convicción total de tu presencia de siempre. 


Eres eternamente Pablo. Ese que enamoró con su música. Sí, junto con otros, pero aquí sólo te nombro a ti porque sí. Ese hombre que me acompañó durante muchos años y me sigue acompañando.


Qué fortuna haberte visto en el Auditorio Nacional de mi Ciudad de México, en ese entonces Distrito Federal, aún antes de haber sido remodelado. Sillas toscas, piso sin la alfombra que ahora le da calidez. Pero no era un piso "frío", llegando tú al escenario todo era calor, emoción, luz, profundidad. Un público agradecido hasta no poder más que iluminaba con sus encendedores cuando cantaste El Breve Espacio. El corazón, a mil por hora. Transpiración de vida por cada poro de la piel, inevitables lágrimas. Increíble tanto sentir, tanto arte, tanta voz ¡qué voz! Y qué letras, maravillosas. 


Tania Libertad por allí, sentada cerca de donde yo me encontraba y lo supe cuando la invitaste a cantar una canción contigo. Éxtasis! 


Un público loco de sentimientos, agradecimiento, emociones, alegría a raudales. A los primeros acordes de todas y cada una de las canciones, carretadas de aplausos, gritos. 


Pablo, ¿Cómo no agradecerte eso y tanto más? 


Al día siguiente había otra función y yo, no tenía boleto. Pero fui, lo intenté y felizmente lo logré. Era otra la logística,  muy diferente a la actual. Había un portero que a los jóvenes que estábamos allí nos dijo "esperen aquí" y, ya que habían entrado todos los que sí tenían un sitio asignado, nos dejó pasar y de pie te aplaudimos, desde otra óptica bien diferente y no menos atractiva. El sábado fue en la primera fila, ese domingo más arriba no podía ser, y fue totalmente genial. En aquel tiempo las últimas gradas del Auditorio no eran numeradas, y los que logramos entrar estábamos aún atrás de ellos. Desde ese lugar se podía admirar el espectáculo en su totalidad. Sí, porque ese público loco de emoción es parte del espectáculo. Aún cuando desde la primera fila solía mirar hacia atrás para contemplar a un Auditorio loco y feliz con tu canto, se veía maravilloso desde las alturas. Una buena acústica hizo que tu voz resonara con la misma fuerza. 


Fueron dos días plenos, totales, se vuelve a erizar mi piel sólo de recordar. Quedan vivos en mí por siempre. Son parte de mí así como lo eres tú cada vez que te escucho. 


No lo puedo evitar, me sale agua de los ojos. A pesar de saberte aquí, el hecho de que sea en ese otro estado por los que absolutamente todos pasaremos, sin excepción, le da a todo esto es saborcito que hace derramar algunas lágrimas. De tristeza, de alegría, de infinito amor y agradecimiento pleno.


No me importan en lo absoluto las cuestiones políticas que te atribuyen, por las que te llegan a juzgar. No, nada, absolutamente nada. Tú eres tu música.


Supiste "diversificar el amor". Esto me saca una leve sonrisa, me causa gracia. Solamente hay UN AMOR, pero se lo diste a diferentes mujeres. Varias esposas, aparte de amantes y aventuras. Justo lo que detesto, lo que no puedo comprender creyendo tanto como creo en el amor leal y comprometido. Y sonrió porque no te juzgo. Nadie puede juzgar a nadie, no tiene derecho. Suena gracioso eso de "diversificar" el mismo amor. (No sé quién lo escribió por allí). 


Muy querido, muy amado por todos eres Pablo Milanés. Ese que llegó para quedarse, que derrochó talento e hizo cimbrar los muros de tantos y tantos recintos, siempre con la misma respuesta de tanta y tanta gente a la que tocaste con tu canto, a la que marcaste con tu presencia en sus vidas.


Eres música, sentimiento y presencia en nuestras vidas. Lo eres en la mía. 





Esto no puede ser nomás que una canción...


              Te Amo 




Comentarios

  1. ¡Hola Maty! También me puso muy triste su muerte porque me encantan sus canciones y estoy convencida de que solo un ser humano sensible y lleno de amor pudo haber escrito y cantado como él. Lo vi hace relativamente poco, pues el cerró un festival de trova acá en Querétaro (antes se llamaba Trovafest, ahora no sé. este fue antes de la pandemia). Comparto tu sentir y me ha gustado mucho esta entrada-homenaje a Pablo. Saludos.

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    1. Gracias mil Ana, algo más que compartimos. Es en verdad un grande entre los grandes.

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  2. Que bonita entrada Maty, nunca lo he visto en vivo y directo pero si he escuchado sus canciones muchísimas veces, me encanta. Un abrazo.

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