LA MÚSICA, CANCIONES Y SENTIRES

La vida es todo un viaje con principio y fin. Pero lo que transcurre en el transcurso de ese viaje es un mundo, nuestro mundo. Y viene aderezado de aromas, olores, sensaciones y melodías que a la vez que nos acompañan, de pronto nos transportan y son cómplices sin falla de nuestros sentires. 

¡BENDITA SEA LA MÚSICA! 

Cuántas veces escuchar letras y/o melodías es un recorrer nuestra existencia y darnos cuenta de que tiene un sentido y a veces toma uno  diferente.  Es  repasar cada capítulo, es ubicarlo y reubicarlo. Es un repaso que tiene mucha razón de ser y que nos recuerda nuestro latir, y que sigue allí. Seguimos latiendo y dándole ese sentido una y otra vez. 

Cualquier cosa que deje a los sentidos salir a flote, puede tener la misma valía y significado. La pintura, quizá el cine. Para muchos (especialmente caballeros) los autos que eran la atracción en los años "x". Para los viajeros, aquellos aviones o autobuses o trenes o lo que sea! que les hayan permitido ver todos los paisajes tan soñados. Una escena de película puede traer a la vida de cualquiera remembranzas y similitudes con su propia vida. Los recuerdos suelen estar acompañados de estos "aderezos" que realzan momentos. Vivencias.   Los libros, para los asiduos lectores. O quizá no tan asiduos, hay quien poca cantidad leyó en su vida y sin embargo algún ejemplar en particular lo leyó y releyó encontrando cada vez cosas nuevas, descubriéndose todo el tiempo.  Sí, aquí hablamos de modo de vivir y revivir y no de cúmulo de conocimientos. 

Definitivamente hablamos de fieles compañeras, esas notas musicales que fueron parte de la vida y que, con los años, se suman a la nostalgia y a más y más vivencias y total, se convirtieron en acompañantes del vivir, irrefrenables cual si estuviesen intencionadas para lograr todo esto, y muy bien intencionadas. 

Alguna madrugada de insomnio, ¿Quién no la ha tenido? Y en el pasar de las horas se escucha el tic tac de un reloj, ya antiguo (en la actualidad todo es digital), ponemos alguna música que nos transporta, que nos hace compañía, que nos traslada en el tiempo y en el espacio porque, si bien muchos años atrás nos cimbró, ahora solamente recalca y vuelve con sus notas, siempre con la mágica virtud de la remembranza sumada a los nuevos caminos y diferentes vivencias. 

Nada debe extrañarnos que durante nuestra existencia cambien nuestras preferencias. De pronto, algo que nos fascinó ocupa ya no un primer lugar, sino que lo ha cedido a algo diferente. Se llama "crecer", reflexionar, evolucionar y vivir, cambiar la óptica.  Porque así somos, seres de cambio. SIN EMBARGO hay recuerdos que permanecen a lo largo de toda nuestra existencia y que estarán por siempre. Así de valioso es nuestro paso por este planeta, así de lindo tal como una película tierna. Sí, la vida entera es un escenario, un teatro. La obra principal es nuestra marcha por aquí, igual que una película con su sonido de fondo y sus miradas al pasado (o "flashbacks").  

Tú puedes elegir el modo en que vas a pasar por cada escena y ser el artífice de las secuencias, gozarlas y vivirlas tal como si las estuvieses viendo en una pantalla, es la película de tu vida. 

Por si esto fuera poco, son conocidos los efectos benéficos que la música tiene en el ser humano, aparte de evocar remembranzas , es relajante. Llega a incidir en los latidos del corazón, modula la velocidad de las ondas cerebrales. 

¡Qué sería de nosotros sin la música! ¡Qué seríamos nosotros sin ella! Tendríamos un mundo incapaz de ver, de sentir, de VIVIR por supuesto, atrapados en una maquinaria sórdida y más que triste, seríamos como seres inanimados. Es así la importancia de la música, es así sin exagerar ni un gramo.

Déjame vivir el momento. Déjame enseñarte las canciones que mi alma ha escrito para ti.