VILLA HERBANIA

 

Novela de Isabel Caballero

Un muy grato descubrimiento, la escritora Isabel Caballero. En verdad que un hallazgo que me ha llenado de placer el tiempo que estuve absorta en la trama que elabora con una magnífica y muy elegante prosa en su novela Villa Herbania. 

Esto, ha sido gracias a la reseña que hace de esta novela Marta Navarro en su blog "Cuentos Vagabundos". Terminando de leer dicha reseña, me dirigí inmediatamente a Amazon y adquirí esta, que es la primera novela de la autora. 

A través de personajes estupendamente delineados, vamos pasando por pasajes inesperados y es difícil quitar los ojos de la lectura aunque a mí en lo particular me sucede que cuando algo me está llegando muy hondo, debo detenerme para hacer una profunda respiración, asimilar lo recién leído y poder continuar, a sabiendas de que estoy viviendo otras vidas que realmente me están provocando. 

Lucía, muy especialmente este personaje, la protagonista, te hace inevitablemente meterte en su mundo.   La vida la va llevando de un acontecimiento a otro, nada sencillos, y parece haber sido muy simple para su autora su creación. Sin embargo, debe haber llevado un trabajo arduo y sinuoso. Lo que hace que parezca fácil, es su destreza al presentarlo.

Me retorna a un mundo que me es familiar por miles de narraciones de mi papá, que justo en esa época estaba por allí, en ese paisaje tan estupendamente dibujado a punta de letras;  tendría un poco menos de 30 años, quizá 27. Aún no venía a México a casarse con mi mamá. Inolvidables las sobremesas hablando de Marruecos, de los tiradores de Ifni, etc. Canarias y sus paisajes.

Todos los personajes enamoran por sus características, tienen vida propia.  La forma en que se interrelacionan con Lucía va forjando un camino que no fue nada fácil y que además está lleno de sorpresas, y ese camino es justamente el recorrido por todas y cada una de las páginas de esta muy linda novela.

A la vez que en un momento dado nos presenta un tiempo pasado, pero no tan viejo (1947), el giro de la vida de Lucía con las cabras a lo que posteriormente fue su existir,  nos lleva a momentos que sentí muy actuales. Es un contraste que me encantó.

Hay una denuncia social implícita -el machismo, por ejemplo-. 

La preparación de Isabel Caballero para realizar esta obra tiene que haber sido en verdad de una gran dedicación, es una novela muy hermosa, muy bien documentada. Sutil, elegante. La forma en que toca las almas por medio de Lucía es a base del dibujo del personaje, dibujo que se percibe en cada capítulo.  Los hechos están allí, relatados, llegando al lector e impactando por la naturaleza de las vidas de los protagonistas, especialmente de Lucía, a quien he sentido muy cercana.  Pero todos y cada uno de ellos tiene su razón de ser y caminan en un muy buen trazo y punto en el que coinciden sus vidas. 

Durante todas estas más de 200 páginas hay algunos pasajes estremecedores y hasta grotescos,  narrados con una gran sutileza y naturalidad. Esto nos hace ver que hay cosas que han existido desde siempre, pero que ahora salen a la luz, sin más.  Es una novela mágica, tiene visos de contemporaneidad y a la vez nos remonta a un tiempo que fue, que pasó. Vamos, como una "novela de otros tiempos).  

Lucía desde pequeña, no se quedaba con la curiosidad de nada, todo preguntaba, todo quería saber. Era muy trabajadora y alguien que la vida puso "allí", en su sitio (la vida misma) y fue descubriendo en el camino la manera de enfrentarse a todo. Sí, era valiente. No es un personaje de cartón, sino un personaje muy humano. 

Cabe decir que hay que leer la novela para conocer a fondo lo que allí se cuenta. Ninguna impresión se compara a lo que cada persona absorbe. Aunque sí que nos incita a la lectura de Villa Herbania, cosa que yo agradezco a Marta y a su preciosa reseña.

¡DELICIA DE LECTURA! 

Isabel Caballero tiene un blog, al que inmediatamente me suscribí. Se llama "Locabajo". 

Querida Lucía: 

Gracias por acompañarme estos días, han sido de enseñanza y disfrute. Tu vida me ha dado alientos que mucho necesitaba. Sí Lucía, TOCASTE MI CORAZÓN.