PIEL Y ALMA

       - Mi alma tiene piel...

                      O

       - Mi piel tiene alma...

             ¿Sabes leer? 

   Sí, sí, pero ¿este idioma? 

- "Parecemos personajes de                      ficción"

El mundo se detiene, todo para. Todo enmudece, el ruido externo es igual a nada. Cuando una tonalidad solar se introduce por un resquicio de la cortina alumbrando tiernamente, cobijando dulcemente dos figuras extasiadas por la entrega, con un cansancio que vivifica, con un cansancio que es un solaz.

El sonido que producen las palabras no es necesario, todo está vivo sin ello. Los demás sonidos que vienen de la calle, de las escaleras, son los que dibujan cada leve movimiento. Sí, ahora los movimientos son leves.

Lo que ocurrió en realidad fue un milagro. Este milagro se repetía porque la luna conspiró para que sucediera. Una y otra y otra vez. 

Es ese amor que no se da tan a menudo, es ese amor que no siempre sucede. Ese amor que es más verdad que la verdad, es esa entrega que se vuelve ansiedad porque es el lenguaje con que se da todo lo del interior, cuando el sentimiento rebasa toda lógica y expectativa. El lenguaje de una verdad absoluta que se convierte en el centro de dos existencias entre cuatro paredes. No hay más, las cuatro paredes son testigos. Parecieran tener vida, parecieran confabular y ser parte de todo. El espejo reflejaba algo que no era un retrato idéntico de los hechos, porque ese se encontraba en el interior de ambos.  

Los movimientos de esos cuerpos eran un grito desesperado que expresaba  cuán grande era el afán de amar. Amar era su afán. Las manos revoloteaban las cinturas, diciéndolo. Los pies y piernas hacían malabares enredándose entre sí, gritándolo.  Era desesperación porque aquello permaneciera. El sentimiento de permanencia y el de pertenencia. YO SOY TU DUEÑO. YO SOY TU DUEÑA. ¡Qué más podemos desear, anhelar! Hay quien pasa la vida entera sin saber de lo que sucede aquí.

Es mágico, es sublime y en plena juventud poseen sus reflejos en todo su ser. Era ese tiempo en que el descubrimiento de los cuerpos era lo mismo que el de las almas. Se deseaban porque se amaban y se amaban porque se deseaban. Es mentira que solamente el deseo de la carne provocara un encuentro, ese encuentro era primero amor, después amor. Como consecuencia lógica, el deseo. En cada demostración y gemido estaba ese inmenso inmenso amor.

Desafiantes, enamorados cada segundo.

Y pasan los años. Y eso quedó para siempre, para siempre. Plasmado, grabado, imborrable en imposible de olvidar. Y la vida cambia, pero

      Pero quien sabe amar...

 DONDE HAY AMOR, AHÍ ESTÁ DIOS.

Con los años, el amor sigue siendo el amor.

SE PUEDE VOLVER A AMAR? 

Comparten vida, techo, comparten mucho amor. Comparten sus sueños y deseos. Escuchan música, uno escribe, el otro canta. Y con frecuencia dicen "TE AMO" - "TAMBIÉN TE AMO".

Y así transcurren las horas, el amor invade esa área que comparten con sus mascotas, que son parte importantísima de la familia. Ellos son la familia, ellos y todo lo que se procuraron alrededor: una atmósfera de paz, aromaterapia, un delicioso café y otro "TE AMO - "YO TE AMO MÁS". 

Aquí, el afán es llegar al espíritu de una manera más sosegada y sin embargo, es otra forma de intensidad. Es cuando la vida ha tenido cuestas arriba y cuestas abajo, diferentes sendas e incalculables puntos de encuentro. Pero quien sabe amar! 

Sí, sabían amar, aunque no eran la pareja de aquellos encuentros descritos en un principio. Eran otro amor, sabían amar porque a ambos así los hizo Dios. Sabían amar porque les costó lágrimas de sangre llegar a ese punto. Y así, sosegadamente y en paz sólo procuraban cuidar el uno del otro en todos los sentidos de la vida. Cuidaban eso que tenían y que construían día a día y segundo a segundo como lo más sagrado. Era la última senda, y querían vivirla dulcemente.  Un amor maduro. No el primero, pero sí el último amor uno del otro.

Dios confabula cuando dos se aman. Se congratula y está presente. Porque

No, no era la misma pareja. La vida es así. 

Pero...

DONDE HAY AMOR, AHÍ ESTÁ DIOS.