MI MUJER ME DEJÓ

Era mi mujer 

      Me dejó, se fue

     

Ella se fue un día cualquiera así, sin más. Lo tomó por sorpresa, fue un balde de agua fría. No había siquiera una razón válida, era un "tengo otras cosas qué hacer". Y por si fuera poco, hubo descalificaciones penosas, dolorosas. 

¡En dónde quedó todo lo que habíamos vivido! 

Él quedó perplejo,  y después al vivir su nueva realidad simplemente se dio cuenta de que algo pasaba, de que algo había sucedido. No la veía, no se la encontraba por la casa, lo cotidiano se había transformado y él comenzaba a caer en la nueva vida que le estaba tocando vivir.  Y sí, era difícil. Era una situación difícil y diferente a la que tenía qué enfrentarse. Enfrentarse implica desde asimilarlo, hasta procesarlo y poder recapitular. Sí, todo un proceso. De los más difíciles. 

En esta ocasión, es la mujer. Aunque la vida, el mundo, todo ha cambiado vertiginosamente.  Estamos bastante acostumbrados a que sea el hombre el autor de las "faenas" que rompen el corazón de una mujer. A que sean ellos los que "abandonen" el barco, a que sean infieles, los tachamos de "no tener sentimientos". 

No, generalizar nunca es bueno. Porque no es justo, no es posible meter a un grupo en un mismo cajón, hombres o mujeres. Aunque haya patrones en común, todo panorama puede estar pintado de colores tan distintos, que nos lleven a darnos tremendas sorpresas.

La mujer hace años ya que vive otras situaciones. Se dice "emancipada", se siente "liberada" (amén está decir que esto para mucha significó una doble esclavitud). Las hay -y montones- de "moral distraída" y las hay, sí, que piensan en su beneficio (posición, economía) antes que en el amor o en los sentimientos. Y si ya son independientes y no es el hombre su  "proveedor", más libertades se dan aún.  ¿Liberación sexual? ¡También! Hace tiempo ya que han cambiado los conceptos y se sienten con la misma estafeta de un caballero, ese que antes decía "pero si yo soy hombre".  Ahora ellas dicen "nosotras tenemos los mismos derechos". 

Y si hablamos de infidelidad, lo mismo. Hace años en algunos países europeos de hablaba de que el índice de infidelidad era aún mayor en las mujeres. 

En fin, la cuestión es que las cosas son "extrañas" por así decirlo en este sentido: cuando la mujer es fiel y entregada se encuentra con alguien que no la valora. Y cuando es el hombre quien es el interesado en mantener el compromiso y se involucra con alguien para llevar a cabo metas en común para crear una realidad juntos, una realidad en común, la que falla es la mujer. Es la que no corresponde de la misma manera. Tristemente es una realidad, así sucede. 

Hay quien sabe amar y quien no sabe amar, hombre o mujer. Así de simple. 

Pues este hombre que sentía que tenía a "alguien" de pronto se encontró solo. Por supuesto que esto representa un  d u e l o. Es todo un proceso que hay qué afrontar. Y casi no se habla de que para el hombre pudiera resultar más difícil, aunque varía según sea la persona emocionalmente: hay quien es más fuerte y hay quien más débil sin distinción de sexo.

¿UN DOLOR "NUEVO"?

Cuando comenzamos a vivir mucho antes del enamoramiento (nuestros primeros años), no sabemos que existan este tipo de penas, o las dimensionamos de otra forma. El "sentido de pertenencia". Cuando en realidad queremos hacer una vida con una persona, cuando amamos, no nos parece posible poder continuar sin ella. La concebimos, sí o sí, dentro de nuestra vida. Y aquí está la novedad: sí, tendremos qué seguir sin ella. El duelo producido por una ruptura amorosa es de los más estresantes y dolorosos.

→UN DÍA A LA VEZ! Será más sencillo así, vivir el momento como es.

→SACAR EL DOLOR. No es bueno guardarlo, puede ser una "olla de presión".

→AMOR A UNO MISMO. No nacimos pegados a esa persona. Solitos nacimos, solitos moriremos. No estás solo SI TE TIENES A TI MISMO.

→NO A LOS DESEOS DE VENGANZA.  El hecho de querer una "revancha" no ayuda sino todo lo contrario, nos devalúa como seres humanos con valores. Una entrega es muchísimo más que sólo sexo.

→SISTEMA DE CREENCIAS. Aferrarnos a esto, es tan necesario como básico. Creas en lo que creas: en un ser superior, en una deidad, en lo que tú quieras! NO ESTÁS SOLO, ADEMÁS DE TENERTE A TI MISMO TIENES UN SER ESPIRITUAL DENTRO DE TI.

→¡APOYO! Amigos y familiares estarán allí. ¡No estás solo! 

→HAY ALTAS Y BAJAS en el proceso. Debes estar muy consciente de ello para continuar tu caminar en estos momentos difíciles.

→CUIDA TU SALUD.  Manténte sano. ¡Te vas a necesitar! 

→NO TE CULPES! No te lleva a ninguna parte sino todo lo contrario.

Y cuando pases estas etapas y  llegue la ACEPTACIÓN de esa ruptura, verás que renaces de tus cenizas y serás aún una mejor persona, merecedora de un buen amor que te sepa valorar. 

La vida nos da tremendos descalabros, estar conscientes de ellos es la mitad del camino ganado. 

Con empatía y cariño total a quien pasa por un momento difícil en su vida. 

🌟🌟🌟🌟🌟🌟🌟🌟🌟🌟🌟