LA "BIZCONDESA". DISCRIMINACIÓN.

En qué estriban las cosas que hacen diferentes a unos de los otros? En qué!!! 





Por desgracia hay quien en este mundo (y demasiados, por cierto) que discriminan por defectos físicos a la gente que le rodea. Como si la perfección tuviera cánones o estándares marcados.







Era una niña, no había hecho mal a nadie jamás. Un ojito iba para un lado, el otro del lado contrario. Se convirtió en la burla de toda la escuela y de cada curso y de cada año escolar y de cada colegio y de cada salón y de cada grupo y de cada segmento y de cada... Y de cada... De todas partes en donde se presentaba! Era bizca. 


Qué vacía tiene qué estar la cabeza de quien se atreve a proferir palabras de desprecio a un ser humano por no cubrir los "lineamientos" que se esperan en cuanto a atributos o características  "aparentemente normales".


Siguió por la vida cargando con eso. Cuántas veces lloró, por dentro y por fuera! Parecía débil, pues no protestaba jamás. Callaba y callaba. 


Un día, ese silencio que guardaba se convirtió en dolor y de dolor transmutó a rabia y desesperación. Águeda fue quien despertó su furia y la pequeña "bizca" no soportó más. El apodo de "BIZCONDESA"  hizo tanta mella que Águeda representó el ensamblaje de tantos y tantos rostros y voces y malas caras y malas entrañas e insensibilidad que tanto pretendían dañar a quien no era más que un ser humano con una característica diferente. Y arremetió contra ella, y sacó los puños que antes solamente había apretado para contener su dolor en impotencia, en esta ocasión con toda la intención de sentir que ya nadie más se lo haría, que volcaría en ella y así el Universo captaría ese mensaje de desesperación y buscaría una respuesta ante tanta indolencia de los seres humanos.


Águeda se vio de pronto atemorizada realmente, pues la niña la había sometido tirándola al piso. Se asustó tanto, jamás imaginó esa reacción de quien todo soportaba, de quién era un escaparate a donde iban a parar los resabios de otros, las frustraciones de otras personas, su aburrimiento al encontrar en la niña bizca alguien con quién divertirse, revolcarse de risa entre todas al decir cada improperio y esperar que se enojara, que llorara, que demostrara desagrado.  Pero nunca lo consiguieron. Lo que no sabían es que la niña del ojo torcido, llevaba un caudal de emociones dormido que, sin saber cómo ni por qué, había despertado de su largo sueño.


Y Águeda más asustada cada vez al ver esa cara que la tenía sometida en el piso y sin saber de qué iba a ser capaz la niña bizca, suplicó. Sí, después de tanto burlarse, suplicaba 

"-no me hagas nada por favor no me hagas nada mi cuerpo no aguanta más golpes-". "Me duele, de verdad que me duele mucho, no sabes cuánto, ayyyyyy me dueleeeeee"-.


La niña bizca fue soltando su fiera y fuerte mano empuñada, a pesar de tanto dolor acumulado no pudo ser indiferente a esa súplica y pudo ver al moverse la camisa de Águeda un moretón tan negro como la noche. La movió un poco más y salió una herida de navaja aún sangrando e infectada, la materia que salía denotaba esa infección. 



Águeda era víctima de maltrato familiar. Águeda tenía cuerpo y alma adoloridos, lastimados hasta no más. Su padre la golpeaba, su padre abusaba de ella. Por si no fuera suficiente, su madre solapaba al padre ante su gran temor de ser golpeada también. 


La niña bizca, la que todos y todas llamaban "BIZCONDESA" burlándose cruelmente, sintió una compasión que rebasó todas sus ganas de desahogar con Águeda  su dolor. Se dio cuenta de que en su corazón, a pesar de todo, había compasión... Lo más parecido al amor que hubiese conocido antes. Desistió de su venganza, salió de su alma todo ese coraje para convertirse en un sentimiento de solidaridad ante alguien que, pensó "sufre mucho más que yo". Se dio cuenta de su inmensa riqueza al albergar sentimientos de generosidad por el otro, a pesar de todo...






Hay mucho más dolor en el mundo del que podemos imaginar. No podemos pasar indiferentes! No sabemos quién necesite ¡solamente una sonrisa! para limar la aridez de un corazón triste. 



    Todos necesitamos de todos.




  Amor con amor se paga.




                   Ama sin         

                               condiciones



💜💜💜




                                           💜💜💜





Comentarios

  1. Ay Maty!! así es, cuanto sufrimiento llevan algunas personas encerrado en su interior y que descargan con el que creen mas débil. Y por el contrario cuanto amor puede dar una persona acosada cuando ve ese sufrimiento, esas son las almas puras que llegan en el momento que uno mas las necesita. Besos amiga.

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