HASTA EL INFINITO
Solitario, andando sin rumbo fijo
Quiere evadir, no recordar esa lágrima que al secarse, solamente impregnó sal en su pecho.
No quiere que ocurra más, prefiere ignorar su entraña
Perpetúa así todo eso que le estruja
Con tal de no morir
Se convierte en vacío cuando es la misma prolongación de su ser.
¿Cuánto cargará por dentro?
¿Va a dejar de latir cuando todo haya acabado?
"No voy a darle un final a lo eterno"
Y sin más, expiró en un mar de interrogantes, desaciertos, confusiones.
-La vida es fácil cuando no se piensa tanto-.
Rosina
"Es sencillo", le decía a Elton. Sólo déjate amar. He de cuidarte, he de mimarte. Sin embargo, él no salía de su túnel de oscuridad.
¿Por qué tuvo que ser así?
Yo estaba allí, así fue siempre.
Y se lo decía:
"Hasta el infinito"
Elton murió, pero creo que nunca estuvo vivo.
Hola, Maty. Un atormentado Elton lucha por algo que lleva en su interior. Rosina lo quiere ayudar, pero no se deja. Él muere y ella se pregunta si alguna vez estaba vivo. ¿Es así? Un relato poético que no te deja indiferente. Dos maneras de actuar, dos resultados. Cada uno con su carga. Ayudar y dejarse ayudar, pero....
ResponderBorrarDifícil decisión.
Muy bueno, Maty.
Un abrazo. 🤗
Sí querida Merche, es así, como lo dices. Sí que es un caso difícil que por desgracia se repite una y otra vez. Abrazos, muchos! Z🤗🤗🤗
BorrarHola Maty, ¡qué triste una vida como la de Elton! Con sus barreras personales, quizás para que no le hirieran de nuevo, evitó quizás el dolor, pero se privó de lo más bello que ofrece este mundo: el amor sincero. ¡Cuántas vidas así! Viviendo a medias... muriendo sin conocer la intermitencia de la felicidad, porque ésta no es continua, pero cuando la experimentamos, nos damos cuenta que vale la pena vivir. Gracias por esta entrada. Me encantó. Abrazo fuerte, fuerte.
ResponderBorrar¡Qué verdades dices Ana! La de ¡Cuántas vidas así! Es algo muy triste, debe ser terrible vivir esa obscuridad. Y lo de la "intermitencia" de la felicidad. Me alegra no sabes cuánto que te haya gustado. Muchos abrazos!
BorrarHola Maty, que preciosidad de texto. Muy profundo, y de gran intensidad, me transmite alguien que vaga son rumbo, tratando evitar un dolor que le consume en su interior.
ResponderBorrarLas lágrimas secas pueden ser cicatrices emocionales. Una gran carga emocional en estas letras que nos regalas.
Un abrazo!
Exacto Dakota, eso mismo que dices son las lágrimas secas. Muchas gracias por lo que me dices y por captar la esencia de esto. Un abrazo grande! 🤗
ResponderBorrarHola, Maty. Lo que más me impresiona es cómo logras que cada palabra pese. No hay nada sobrante; cada frase está cargada de emoción y significado. La estructura en dos partes, primero Elton y luego Rosina, crea un diálogo implícito entre ellos, aunque nunca se resuelva. La brevedad del texto, lejos de limitarlo, lo hace más poderoso, como un poema que te obliga a releer para captar todos sus matices. Me quedé con ganas de saber un poco más sobre qué los unía o qué llevó a Elton a esa oscuridad, pero esa ambigüedad también es parte del encanto; deja espacio para imaginar y sentir.
ResponderBorrarUn abrazo.
En resumen, este texto es una pequeña joya que, en mi opinión, condensa el dolor de la incomunicación, el amor no correspondido y la lucha contra uno mismo. Elton y Rosina son personajes que, en pocas líneas, se sienten inmensamente vivos (o trágicamente no, en el caso de Elton). Me ha hecho pensar en esos amores que queremos salvar, pero que a veces no pueden ser rescatados. Gracias por compartir algo tan bello y conmovedor
Marcos, te agradezco muchísimo la generosidad en el análisis profundo que haces sobre mi entrada, de verdad que son palabras gratificantes y me conmueven mucho. Gracias mil! Un abrazo 🤗
ResponderBorrar¡Maty!
ResponderBorrarEste texto es como una herida suave que se queda abierta en quien lo lee. Hay algo en Elton que se reconoce enseguida, aunque duela: esa forma de cerrarse para no sentir, aunque eso lo termine alejando de todo. Lo dices sin alzar la voz, pero se nota el golpe. Esas frases entrecortadas, como suspendidas, reflejan perfectamente ese estado de desconexión que vive él, y que al final lo acaba consumiendo. Cada frase es como una exhalación que no termina. Y eso no es casual: tú sabes manejar el silencio, las pausas, los cortes… como parte del relato. Tu estilo tiene eso: no empuja, no explica. Deja que duela.
Y luego está Rosina, que no es solo el contraste. Es esa presencia que insiste, que cuida, que no se rinde aunque no tenga respuesta. Me ha tocado mucho esa frase: “Elton murió, pero creo que nunca estuvo vivo.” Porque en pocas palabras dices algo que pesa muchísimo: a veces no se muere al final, se muere desde dentro mucho antes.
También quería decirte que me ha encantado ver cómo lo han leído las demás: lo que dijo Ana sobre la intermitencia de la felicidad me pareció muy cierto; lo que apuntó Merche sobre la dificultad de ayudar si el otro no se deja; y el análisis de Marcos, con esa idea de diálogo no resuelto, también me resonó fuerte.
Has escrito algo breve, pero lleno de verdad. Y se nota que está escrito desde dentro.
Un abrazo enorme, amiga.
Querido Miguel, de verdad que no sé cómo agradecer todo esto que tú haces. Dedicación, revisión meticulosa y muy sincera de lo que lees, un análisis a fondo y alegras corazones. Muchas gracias amigo, muchas gracias. Te abrazo fuerte.
BorrarCuando los fantasmas personales no dejan que se rompan esas barreras que separan y no permiten sentir y soltar, y ser, y amar, amar, ni ser amado, triste y verdadero, abrazo grande Maty, Themis
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