JUSTO ASÍ FUE
Sensaciones vivas y eternas me dieron tus aguas, mar en calma. Al sumergirme en ti pude sentir todo el poder que emanas, toda tu dulzura. Me fundí contigo, quise ser una contigo. Toqué mi piel en tu interior, impregnada de tu sal me sumergí entera abriendo los ojos, cerrándolos. Fui enteramente tuya y tú enteramente mío. Floté en ti, tenías una cadencia dentro de toda tu quietud que me movía a placer, a tu total antojo. Ojos abiertos, ojos cerrados igual que lo hacía al sumergirme porque ambos estados me hablaban de diferentes formas.
Lo que haya durado ese tiempo, fue y es eterno. La emoción es la misma tras todos los años que han pasado desde aquellos instantes generosos y mágicos. Mi concentración y embeleso eran totales, y al alzar la vista a ese Cielo que hacía un marco perfecto, esas nubes con formas que hablaban, como lo hacen hasta hoy y en cualquier espacio, de todo lo que pudiera captar en su lento tránsito hacia formaciones y deformaciones que daban lugar a todo tipo de mensajes.
Maravillosa fusión de las creaciones de Dios: su Mundo precioso y este ser humano que soy agradeciendo con todo mi ser esos instantes tan míos.
Al juguetear con tus aguas nadando y pataleando, te confabulabas con este cuerpo tan pequeño al lado de tu grandeza. Te hacías cómplice de mis deseos y concedías mis caprichos. Parecías decirme "estoy para ti, porque esta grandeza con que Dios me dibujó es para Su mayor creación: el ser humano".
Sí, me sentí inmensamente amada por Dios, Él estaba presente cada segundo.
Estaba en cada respiro, en cada pensamiento y sonreía satisfecho ante tanto agradecimiento, como un Padre amoroso, en gozo de ver a uno de sus hijos paladeando sus regalos.
Han pasado años desde aquella tarde, y ni un solo detalle se ha trastocado. Lindo el poder vivir cada instante.
Mar en calma, generoso e infinito... Mirando hasta donde mis ojos llegaban, respiré muy hondo caminando hacia atrás para no dejar de contemplarte, hacía movimientos con mis manos y te decía "te llevo conmigo, no sé cuándo podré volver, pero permaneces".
Aún no he regresado. Pero todo aquello vive, me fundí contigo.
Decidí vivir mi vida como tú me enseñaste, en
Presente Perpetuo.
Hola Maty, has escrito a la perfección lo que yo también siento cuando veo y entro en el mar, ¡me encanta, tu escrito y el mar! Cada palabra, además, me hacía sentir lo que es sentir, y valga la redundancia, ese regalo, como bien dices, el mar... Es una maravilla, junto con la luna, el mar es lo más bonito de este mundo. Un abrazo. :)
ResponderBorrar¡Qué lindo que nos gusta de la misma manera Merche! Gracias siempre. Abrazos!!!
BorrarAsí es como deberíamos amar el océano, y no utilizarlo como un vertedero. No me extraña que de vez en cuando se queje con algún tsunami.
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
BorrarSí que tiene razones de sobra la naturaleza para enfadarse...
BorrarAgustín Lara expresa todo esto con su estrofa "Tu cuerpo, nave al garete, venían las olas ylo columpiaban Y mientras yo te miraba. Lo digo con sentimiento. Mi pensamiento ... me traicionaba".
ResponderBorrarhttps://tigrero-literario.blogspot.com/2014/09/agustin-lara-y-su-maria-bonita.html
Alí, no se te escapa tema alguno. Gracias!
BorrarComo dice la canción de Serrat : Qué le voy a hacer, si yo
ResponderBorrarNací en el Mediterráneo.
¡Pero qué lindo Federico! Esas canciones que son la banda sonora de nuestra vida. 🎊
BorrarEl mar es mágico! Tiene tantas cosas positivas....en definitiva, nuestra Madre la Naturaleza! Siempre deberíamos vivir el presente. Precioso, Maty.
ResponderBorrarUn abrazo gigante 🤗
Siempre el presente Yolanda, siempre los instantes uno a uno. Gracias, un abrazo!
BorrarQué bellísimo canto al mar, Maty. Una maravillosa fusión de sensaciones y emociones que nos has puesto a flor de piel. Hay tanta magia en la Madre Naturaleza. Es tan espléndida con nosotros y qué mal se lo pagamos. Me ha encantdo zambullirme contigo en es mar.
ResponderBorrarUn abrazo enorme, maty, por ser tan mágica.
¡Qué lindo zambullirnos juntas María! ¿Ves cómo hacemos la magia juntas? Abrazos y más abrazos! ❤️🌹
BorrarHola Maty, ¡qué bonito! Yo soy una enamorada del mar, casi siempre he vivido cerca de él y lo extraño horrores cuando estoy lejos. "Siento" todo lo que escribiste porque también me pasa. El mar nos llena el alma. Te dejo un abrazote.
ResponderBorrarMe encanta haber coincidido Ana! Conocernos y comunicarnos de esta linda manera. Muchas gracias! Abrazote correspondido 🌹
Borrar"El mar... la mar...amar...", muy bello homenaje, me llevaste a él de nuevo, de regreso a esa maravilla que es tenerlo cerca, escuchar su enojo cuando se pone furioso y no se detiene en mostrar su irritación, o esa calma, esa serenidad en sus instantes de sosiego, que mece al alma con solo contemplarlo, gracias Maty por traerlo hecho palabras, abrazo grande
ResponderBorrarTú también sostienes un hermoso romance con ese inmenso y precioso mar, Themis, así como con todo lo que te rodea. Muchas gracias, abrazo grande para ti también.
BorrarYo vivo en Valencia, ciudad bañada por el Mediterráneo, y te entiendo perfectamente. No hay nada más relajante que escuchar la música del mar, de las olas rompiendo en la orilla, y nada más gratificante que caminar por la orilla mientras el agua salada te moja los pies. Siempre el mar, la naturaleza. Has expresado, perfectamente, las sensaciones y la simbiosis que se produce entre e mar y nosotros. Un abrazo, Maty!
ResponderBorrarLindas tus palabras querida Mayte, otro abrazo para ti con mucho cariño.
BorrarEl mar es maravilloso y aunque lo tengo aquí cerca, yo soy más de montaña.
ResponderBorrarProcuro ir casi todos los días pues es donde yo encuentro la grandiosidad de la vida.
Pero hoy, al leer tu relato, me he podido bañar a la orilla del mar y sentir el salitre en la nariz y los labios.
Abrazo grande
Qué lindo, me alegro mucho Amaia. La próxima vez nos damos juntas un chapuzón, pero te alcanzo también en tu montaña, te parece?
BorrarAbrazos cariñosos 🌹