LO COTIDIANO, PROFUNDIDAD

Me conmuevo más con un atardecer.  El valor y la belleza de lo cotidiano, de lo simple.  

La belleza está en los ojos de quien la mira

Vivir profundo lo que siento hoy, ahora, en este mismo instante. 

Sueños enterrados. Tienen mil y una posibilidades, la oportunidad de colocarlos en el mejor sitio de tu cajón de ilusiones. Muy a la vista, en perfecto orden para mirarlos apenas abrirlo, y decidir sobre ellos. ¡Lo que sea! Pero decidir, NO olvidarlos. 

La habilidad de sentir es lo que permite que puedas hacer lo que muchas veces piensas que no es posible. El SENTIR te diferencia de todo aquello que al ser estrictamente material, carece de lo esencial. 

LA FELICIDAD

"Sé feliz" nos dicen, cual si fuera un mandato o una receta infalible. Y, si no cumples el cometido, no "estás en la jugada".

Esto, es limitar. ¡No! El vivir, conlleva alegrías, pero también tristezas. No se puede dar una receta, "sé feliz"... Y seguirla a rajatabla sí o sí. Para nada. Se vale llorar, se vale estar triste cuando es preciso. ¿Cómo es que podemos crecer si no pasamos por las experiencias que inevitablemente llegan a nuestras vidas? 

LA INCERTIDUMBRE

Ese otro ingrediente que no falla, que es parte de todo esto. El enigma, el "qué será, cómo será, qué pasará, cómo terminará". Y también con esto hay qué vivir. Días sin saber algo para nosotros primordial, noches que esto nos quita el sueño. El escudo es la paciencia y... A veces falla. 

Significa pues, que VIVIR LA VIDA no tiene fórmulas mágicas ni tampoco es una receta. Hay de todo: alegrías, pero también tristezas. Pero dentro de todo ello, de todo lo que conlleva, hay en el tránsito detalles que por parecer "simples" se dejan ir sin miramientos, y la cuestión es que son únicos y son irrepetibles e irreciclables.  Es una gran pena que no les prestemos atención. 

Y en lo COTIDIANO está la verdadera magia. Es a cada ratito, es a cada segundo y tantas veces lo dejamos escapar! Nos puede parecer insulso un momento que NO es de ninguna manera insignificante. De una espera en una fila para hacer un trámite administrativo, podemos hacer maravillas. Pero si no lo vemos así, será todo lo contrario. Refunfuñar, maldecir, lamentarse de "tanto tiempo perdido" cuando son TUS momentos. Tu mente y corazón son libres y van al ritmo que tú quieras. En esos instantes que otros llaman "aburridos" y consideran como "pérdida de tiempo" para ti pueden ser todo lo contrario si encuentras en ellos la ocasión para reflexionar, o una lectura amable que te transporte al laberinto de las emociones. Esto, es hacer magia de lo cotidiano. 

Quiero ganar puntos a favor en el camino hacia el Cielo. Pongo el corazón en cada cosa. 

"Ambos quedaron flotando en un universo vacío, donde la única realidad cotidiana y eterna era el amor" 

        Cien Años de Soledad,

Gabriel García Márquez